El papel del descanso en la recuperación muscular: Durante el descanso, especialmente en el sueño profundo, se produce la síntesis de proteínas y la reparación celular. Estudios indican que dormir al menos 7-9 horas mejora la resistencia y acelera la recuperación muscular.
Prevención de lesiones: La fatiga acumulada por entrenamientos intensos puede causar microlesiones en músculos y articulaciones. Integrar días de descanso en la rutina permite al cuerpo adaptarse y fortalecer tejidos dañados.
Optimización del rendimiento: Alternar entrenamientos con descansos activos, como caminatas o yoga, ayuda a mejorar la circulación sin añadir estrés físico, favoreciendo un mejor rendimiento en entrenamientos futuros El descanso no es sinónimo de inactividad, sino de preparación para rendir al máximo. Planifica tus descansos con la misma dedicación que tus entrenamientos, y tu cuerpo te lo agradecerá.